Destacaron que todos los pintxos que probaron estaban riquísimos y que cuando se acababan, salían más recién hechos. También mencionaron la tortilla de bacalao, las gambas en gabardina y las croquetas de jamón y bacalao como platos destacados.
El trato recibido fue excelente, mencionaron que los atendieron muy bien y que el personal era super simpático.
Opinan que el bar tiene una pinta increíble y que cuando fueron por la mañana, había más vecinos y abuelos que turistas, dándoles la sensación de estar en un restaurante local.
Mencionaron que un vaso de cerveza de barril cuesta 2,5 euros y que los pintxos tienen un precio entre 2,6 y 2,8 euros.
Opinan que es su bar de pintxos favorito y que a pesar de que solo estaba uno de los caballeros detrás del mostrador, al menos lo reconocieron. También mencionaron que siguen pensando lo mismo un año después y que definitivamente fue el mejor pintxo que se adaptaba a sus gustos de todos los restaurantes que investigaron en Japón.