En este bar concurrido se sirven pinchos modernos y sofisticados, como la carrillada con foie gras.
El servicio en este bar de tapas es muy bueno, con una atención inmejorable por parte de la camarera, quien es muy atenta y simpática. Los clientes se sienten como en casa.
A pesar de la gran cantidad de gente, el bar está bien organizado. La chica detrás de la barra da directrices muy exactas y amables, lo que contribuye a mantener un ambiente excepcional.
La comida en este bar de tapas es muy rica y de muy buena calidad. Los pinchos son especialmente deliciosos.
Este bar de tapas merece un diez sobre diez en términos de calidad, servicio y atención al cliente. Es una experiencia muy satisfactoria.